30 de octubre de 2012

Desafíos

 
Necesitamos ver aquello que está oculto en las profundidades de nuestra mente, porque entonces comprenderemos con mucha más hondura de dónde surgen nuestras verdaderas limitaciones. La explicación a lo que nos pasa no la vamos a encontrar dando vueltas y vueltas a nuestras aturdidas cabezas, sino buscando en un lugar completamente diferente. Como decía Albert Einstein, «ningún problema importante puede ser resuelto desde el mismo nivel de pensamiento que lo generó».
Si la mente tiene tanta capacidad para hacer anidar en nosotros la preocupación, ¿cómo vamos a ser capaces de resolver esta situación utilizando el mismo instrumento que ha creado el problema? Si queremos aumentar nuestra capacidad de resolver problemas y deseamos potenciar nuestra competencia a la hora de descubrir oportunidades, necesitamos aprender cómo trascender los límites que nuestra propia mente nos está imponiendo.
Debemos darnos cuenta de que gran parte de la angustia y el sufrimiento que experimentamos en la vida es optativo y que nuestra naturaleza fundamental es fuente de energía, sabiduría, serenidad, alegría, creatividad y amor.
Una de las cosas más difíciles de hacer es mantener una mente abierta a la hora de explorar algunos conceptos que desafían nuestra forma habitual de pensar. Todos sabemos que lo que nuestro cerebro es capaz de percibir es sólo una pequeña parcela de lo que la realidad encierra. Sin embargo, en el  momento de actuar, tendemos a hacerlo como si lo que nosotros viéramos fuese lo único que  existiera...
Los test de Cociente Intelectual, durante muchos años, se consideraron como proclamadores de una verdad absoluta, verdad que medía la inteligencia de una persona. Es curioso que cuando a una serie de jóvenes se les ayudó a desenmascarar algunas de esas convicciones profundamente limitantes que  tenían sobre quiénes eran y a transformarlas en convicciones más positivas, consiguieron elevar de  forma extraordinaria su cociente intelectual. Esto significa, que algunas de nuestras
convicciones pueden limitar de forma muy importante el despliegue de nuestra inteligencia.
Muchas veces estamos convencidos de que somos de una manera determinada y nos parece imposible llegar a cambiar. Sin embargo, lo que nuestro cerebro es capaz de reconocer y de captar en nosotros es sólo una pequeña parte de la realidad que somos.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario