9 de noviembre de 2012

Punto dulce de ansiedad

La ansiedad es un estado de activación, por el que el organismo se prepara ante una situación de alarma. En condiciones normales, permite dar una respuesta adaptativa a estímulos externos que podrían ser peligrosos.

Este aspecto adaptativo y beneficioso de la ansiedad, es probablemente el más desconocido entre la población general y el mejor conocido por coaches, entrenadores y psicólogos deportivos, que desde siempre han sabido que para lograr un rendimiento òptimo de sus alumnos, se requería que estos no estuviesen excesivamente relajados, sino por el contrario se encontrasen en un ligero estado de activación.

Niveles bajos y medios de un estresor, hacen que este actúe como energizante y en consecuencia facilite la actuación, el desempeño y la ejecución en cualquier tarea, mientras que al contrario, cuando se elevan demasiado los niveles de intensidad del estresor, la activación es interfiriente y entorpece la ejecución, hAnsiedad y rendimientoasta llegar a bloquear cualquier tipo de respuesta.No obstante hay que señalar que los efectos positivos o negativos del estrés, se encuentra mediado por la capacidad de afrontamiento al estrés que posea del sujeto. A mayor capacidad de afrontamiento, se toleran niveles más altos de intensidad del estresor y a menor capacidad de afrontamiento se producirán mayores niveles de estrés ante cantidades menores de estresor.

La regulación de la ansiedad, es uno de los aspectos más problemáticos con que nos encontramos hoy en día, pues nuestro primitivo sistema de detección de amenazas y peligros no ha seguido un rítmo adecuado de adaptación a la necesidades actuales. Este primitivo sistema de lucha huida, puede verse igualmente activado ante un acontecimiento de enormes proporciones como por otros casi insignificantes o al contrario no gozar de la activación suficiente, ante acontecimientos de importancia considerable.

Enseñarnos a encontrar ese punto justo de rendimiento óptimo, entre la ansiedad energizante y la ansiedad que nos paraliza es la labor de muchos psicólogos y entrenadores personales. Encontrar ese punto óptimo no sólo es importante para lograr un adecuado rendimiento en tareas deportivas sino también en otros ámbitos como el laboral, estudiantil o social. Muchas veces el rendimiento de un estudiante o de un trabajador o de una persona en determinadas situaciones sociales, se ve alterado, no por desconocimiento de la tarea si no porque no es capaz de lograr el nivel adecuado de activación( por exceso o defecto) durante el proceso de ejecución.

Ante un exceso de activación puede ser necesario entrenarnos en determinadas técnicas reductoras de la ansiedad como puede ser la relajación, respiración profunda, meditación. Determinadas técnicas cognitivas son útiles para enseñarle a controlar el diálogo autodestructivo frente a sus temores y preocupaciones así como a focalizar su atención en la tarea en vez sobre lo síntomas físicos de la ansiedad. Por el contrario en individuos que requieren un aumento de la activación para la mejora de su rendimiento, puede ser útil la entrevista motivacional o determinadas técnicas cognitivas para fomentar el diálogo auto-estimulante o focalizar atención e los signos de activación.

Como hemos visto, un poco de ansiedad nos permite lograr ese pico de rendimiento óptimo en cualquier tarea. Es necesario por tanto, aprender a encontrar ese punto entre la excesiva calma y el nerviosismo extremo, ese lugar que algunos profesionales e investigadores denominan “punto dulce de ansiedad” en el que se logra el máximo rendimiento, evitando cruzar la línea donde el excesivo nivel de ansiedad hace que nuestro rendimiento caiga empicado.

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